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jueves, 21 de febrero de 2013

FAKTOR ARTE / HISTORIA DE LAS CÁMARAS LEICA



HISTORIA DE LAS CÁMARAS LEICA

En 1849, el óptico y matemático Carl Kellner funda Optisches Institute, una empresa dedicada a la fabricación de lentes y microscopios, en Wetzlar (Estado de Hesse, Alemania). Su temprana muerte por tuberculosis, a los 29 años, dejó a su viuda a cargo de la compañía, que por esas fechas tenía doce empleados. Uno de ellos, Friedrich Belthle, lideró la empresa al casarse con la viuda de Kellner, en 1856. En 1865, se les unió otro socio, Ernst Leitz, antiguo relojero de Matthäus Hypp (Suiza), que llevaba un año empleado en esta institución. A la muerte de Belthle, en 1869, Leitz refundó la compañía poniéndole su nombre, Ernst Leitz GmbH. Leitz fue un empresario ilustrado que introdujo la fabricación en serie de microscopios, implementó seguros de salud, pensión y viviendas para sus empleados y, desde 1899, la jornada laboral de 8 horas. Tras su fallecimiento, en 1920, su hijo Ernst Leitz II le sucede en el cargo. Leitz II fue el artífice de la puesta en el mercado de la primera cámara fotográfica de 35mm.
            
Carl Kellner (1826-1855)
Ernst Leitz I (1843-1920)
Ernst Leitz II (1871-1956)
En 1911, el ingeniero alemán Oskar Barnack se incorpora a la empresa, denominada en ese momento E. Leitz Optische Werke, como encargado del desarrollo de microscópios de la firma. Nacido en Lynow (municipio de Brandenburgo), Barnack había estado trabajando como aprendiz en una compañía dedicada a la fabricación de instrumentos astronómicos en Lichterfelde. Completada su formación, se integró en la fábrica de instrumentos ópticos Carl Zeiss, con sede en Jena.

Barnack era muy aficionado a la fotografía, pero sufría de asma. Se axfisiaba subiendo pendientes, porque tenía que llevar cámaras de placas que eran muy pesadas. Por ello, Barnack se planteó la posibilidad de construir una cámara pequeña, con buena calidad de imagen, pero fácil de transportar. Ya en 1905, tuvo la idea de reducir el tamaño de las placas de película fotográfica, cuando trabajaba en un exposímetro para cine. Barnack utilizaba un dispositivo para probar las sensibilidades de las películas perforadas Edison de 18x24mm. Este era el formato de las cámaras de cine de la época. Sin embargo, observó que con ese formato no se obtenían fotografías de buena calidad. Decidió entonces doblar el formato 18x24mm, obteniendo así el conocido 24×36mm. Este último tamaño de película era óptimo para ampliarlo posteriormente, y obtener fotografías de buena calidad. Barnack adaptó el dispositivo de prueba de sensibilidades, al formato 24x36mm. Mostró su invento a un director de Zeiss, que rechazó esta adaptación. Zeiss siempre se arrepentiría de esta decisión.

Ya en Leitz, continuó desarrollando su invento, fabricando una cámara de metal que utilizaba la película de cine de 35mm, “doblada en tamaño”. La cámara contaba con una única velocidad de obturación (entre 1/20s y 1/40s), próxima a la utilizada en cine. Este modelo fue bautizado como Ur-Leica, que en español se traduciría como Leica original. La Ur-Leica está considerada como la primera cámara de 35mm del mundo. La cámara montaba un objetivo Anastigmat 50mm f/3.5, desarrollado por Max Berek, diseñador óptico de E. Leitz desde 1912. Fue el propio Barnack quien le pidió a Berek que le diseñara una lente más grande, que se adaptara al doble formato. Esta lente sustituiría a los objetivos Carl Zeiss Kino-Tessar, habituales en las cámaras de cine. Barnack habia utilizado uno de estos objetivos en su primer dispositivo. Basándose en estos objetivos Zeiss, Max Berek ideó un objetivo de cinco lentes en tres grupos, de gran corrección óptica.

Oskar  Barnack (1879-1936)
Max Berek (1886-1949)
Las fotografías realizadas por Barnack con la Ur-Leica fueron de muy buena calidad para el año 1914, y constituyen un documento de gran valor periodístico (entre ellas, la fotografía de Ernst Leitz I que se muestra en esta misma página). Estas fotografías aún se conservan y pueden admirarse en la página oficial de Leica.

Ernst Leizt II llevó un segundo prototipo de la Ur-Leica en un viaje a Nueva York, en 1914. Volvió entusiasmado por los buenos resultados de la cámara, alentando a Barnack para desarrollar su invento, y solicitó la patente el 12 de junio de 1914, apenas dos meses antes del comienzo de la Gran Guerra.
        
Ur-Leica (1913)
Leica 0 Null-Serie (1924)
La I Guerra Mundial retrasó el proyecto. Entre 1918 y 1920, Barnack contruyó un tercer prototipo; a caballo entre la Ur-Leica y la denominada Leica Nullserie, que el propio Barnack y su jefe Ernst Leitz II, fabricarían en 1923. En ese mismo año de 1923, por encargo de E. Leitz II, Barnack contruyó 31 prototipos de la Leica Nullserie o Leica 0, con números de serie de 100 a 130. Parece ser que no llegaron a construirse las 31 unidades, y que solo se fabricaron 20 o 21 prototipos completos. Esta cámara estaba equipada con el mismo objetivo Anastigmat 50mm f/3.5, y un visor compuesto por una lente con retícula en forma de cruz y una pieza metálica con una perforación en el centro, a modo de “punto de mira”.

Los prototipos se pusieron en manos de clientes selectos, comerciales y ejecutivos de la propia Leitz. Estas personas debían probar las cámaras e informar sobre la calidad de la mismas, posibilidades de comercialización, etc. Actualmente, solo se conservan la mitad de estas primeras cámaras de prueba. El prototipo con nº105 perteneció al propio Barnack y el nº104 se conseva en el museo de Leica. Esta última unidad sirvió de base para la fabricación de 2.000 réplicas funcionales de la Nullserie, que Leica Camara AG lanzó al mercado en el año 2000.

Los informes consideraban una locura poner en producción la Leica 0, considerando los riesgos que tendría que asumir aquella empresa, que entonces contaba con tan solo 1.000 empleados y con la crisis económica de posguerra. Anteriores intentos como el lanzamiento de los modelos de cámaras de placas Moment y Klapp, fueron un fracaso comercial. Sin embargo, en 1924, Ernst Leitz II decidió unilateralmente producir en serie la primera Leica, a pesar de aquellos informes negativos. Originalmente, la primera cámara fabricada en serie iba a llamarse Barnack Camera, pero se consideró que esta denominación no era comercial. Después se optó por LEKA, pero ya existía una cámara alemana llamada EKA, fabricada por Kraus. Finalmente se decidió que la contracción Leitz camera (Leica) sería la denominación más oportuna.

A la primera cámara fabricada en serie se la llamó Leica I, modelo A. Se presentó al público en 1925, en el Mercado de la Feria de Primavera de Leipzig (Spring Trade Fair). Esta cámara montaba el conocido objetivo Anastigmat 50mm f/3.5 fijo, obturador de cortinilla y visor telemétrico. Disponía de velocidades de obturación desde 1/25s hasta 1/500s. La película de 35 mm, con 36 exposiciones, avanzaba mediante un perno que enrollaba la película, al mismo tiempo que levantaba el obturador.

Leica 1A
Después de las primeras 174 unidades del modelo A, el objetivo Anastigmat pasó a llamarse Elmax en honor a sus creadores Ernst Leitz y Max Berek. La producción de este objetivo resultaba muy cara y, después de producir unas 713 unidades, Max Berek optimizó su diseño, sin disminuir la calidad. La nueva versión montaba cuatro lentes en tres grupos y fue bautizado como Elmar 50mm f/3.5. El éxito de esta cámara fue debido, en gran parte, al diseño del objetivo. Con una excelente calidad, podía ser plegado y empotrado en el cuerpo de la cámara, lo que convertía a Leica en una cámara de bolsillo. Entre 1925 y 1926 se fabricaron 1.000 unidades de Leica I, de las cuales 180 montaban un obturador central (Leica Compur), por lo que fueron denominadas Leica I, modelo B. Entre los años 1930 y 1932, 1.330 cámaras Leica I modelo A se equiparon con objetivos Hektor 50mm f/2.5, más luminosos, y bautizados así por el nombre de uno de los perros de Max Berek.

En 1930 se lanza al mercado la Leica I, modelo C, con objetivos intercambiables y montura a rosca de 39mm, diseñada por Barnack. Se suministraba junto con un pack de tres objetivos: Elmar 50mm f/3.5, Elmar 35mm f/3.5 (un gran angular muy luminoso para la época) y Hektor 135mm f/4.5. Cada uno de estos objetivos se ajustaban individualmente a la distancia entre la montura y el plano focal de cada cámara. Es decir, cada objetivo se ajustaba a su cámara, como la horma a su zapato. Por lo tanto, estos objetivos tenían grabados la terminación del número de serie de la cámara con la que se correspondían. En 1931, esta distancia (tiraje) fue estandarizada, haciendo coincidir una parte de la rosca del objetivo con otra de la montura de la cámara. A partir de entonces, las Leica I, modelo C podían acoplarse a cualquier objetivo. Estas cámaras fueron también denominadas Leica I estandarizada o Leica I “0”, por el símbolo grabado en parte superior de la montura de la cámara, y en la parte interior de la montura del objetivo. Este símbolo señala el punto de anclaje de objetivo y cámara, para conseguir un tiraje exacto de 28.8mm.

Leica I, modelo A, con la descripcion D.R.P. "Deutsches Reich Patent" 


Simbolo 0 grabado en la montura de la Leica II "Couplex"

Alrededor de 90.000 cámaras Leica estaban ya en uso en 1932, a pesar de la crisis posterior al crack de 1929. El 6 de marzo de ese año se puso a la venta la Leica II, modelo D ("Couplex" en el mercado francés) con un telémetro acoplado al objetivo, diseñado por Barnack. Este telémtro consta de un juego de espejos y dos visores: uno para enfocar y otro para encuadrar la imagen. A los tres objetivos habituales, se les unieron los Hektor 50 mm f/2.5, Summar 50mm f/2, Hektor 73mm f/1.9, Elmar 90mm f/4, Elmar 105mm f/6.3 y Elmar 135mm f/4.5. El éxito que tuvo esta cámara en el mercado norteamericano fue enorme. Ante el impresionante volúmen de pedidos, se decidió realizar un ensamblaje industrial de las cámaras. Hasta ese momento las cámaras se hacían a mano. Por muy increíble que parezca, los esquemas de diseño y ensamblaje, realizados por Barnack se habían perdido; así que tuvieron que desmontar una de las cámaras, para volver a rediseñar los elementos y planificar el montaje en cadena. Según LeicaWiki, se fabricaron un total de 52.509 cámaras desde 1932 hasta 1948, año en que finalizó su producción. Las 200 últimas cámaras, fabricadas entre finales de 1947 y principios de 1948, se montaron en la filial de Leitz en Nueva York.

El gran desarrollo de las películas fotográficas durante esta década, contribuyó también al éxito de las nuevas cámaras. En 1931 se introdujo en el mercado la película pancromática Agfa. Al año siguiente, la fábrica de películas Perutz lanzó la venta los primeros rollos de película de 35mm precargada (el carrete conocido por todos), liberando así a los fotógrafos del cuarto oscuro a la hora de cargar la cámara. En 1934, Kodak sacó al mercado su primera película de B/N en carrete. Un año más tarde, se pondría a la venta el Kodachrome, la primera película en color del mundo y la que haría llegar la fotografía al gran público.


Contax III (1936)
Leica IIIa (1935)
Entre los años 30 y 50, Ernst Leitz tuvo que competir con su compatriota Carl Zeiss en el mercado de la fotografía. A partir de la presentación en el mercado de la cámara Contax III en 1936, las innovaciones técnicas prácticamente iban a la par. La Contax III introdujo la montura de bayoneta, el autodisparador y un telémetro acoplado al objetivo más preciso que el ideado por Barnack. Estas mejoras técnicas serían copiadas por Leica en sus modelos posteriores. Su obturador de cortinilla formado por casi 700 piezas, permitía alcanzar velocidades de hasta 1/1250s frente a 1/1000s de la Leica IIIa (ó Leica G), que se lanzó al mercado en 1935. La Leica IIIa fue también conocida como Hindenburg Leica por encontrarse una cámara de este modelo, perteneciente al auxiliar de vuelo Fritz Deeg, entre los restos del famoso zeppelin accidentado en mayo de 1937.

La Leica IIIa fue producida en Wetzlar desde 1935 (nº serie: 156.201) hasta 1948 (nº de serie: 356.550). Desde 1948 hasta 1950 se fabricaron unas 500 cámaras en la región del Sarre (Saar) que llevaron los números de serie 356.701-357.200. En total, se fabricaron unas 91.000 unidades de la Leica IIIa, entre Wetzlar y Sarre.
Leitz disponía de una pequeña fabrica en la región de Sarre, concretamente en la ciudad de Sankt Ingbert. Esta empresa, denominada Saroptico, se encargaba de actualizar las Leica M, operación que consistía en transformar un modelo antiguo de Leica al modelo más moderno de la época. Saroptico también farbicaba trípodes de mesa, rótulas y ópticas para los proyectores Bolex.

Leica IIIa Sarre 
La región del Sarre, que actualmente pretenece a Alemania, ha pertenecido a Francia y a Alemania en diferentes épocas. Después de la II GUerra Mundial, Sarre quedó bajo protectorado francés. Los franceses imponían impuestos altos a los productos fabricados fuera los dominios de este país. Para evitar esos impuestos y poder vender la Leica IIIa en Francia y sus colonias, Leitz decidió seguir fabricando las piezas de la cámara en Wetzlar, pero trasladar su cadena de montaje hasta Sankt Ingbert. Esas cámaras llevan la grabación Monté en Sarre (Ensamblada en Sarré) y actualmente constituyen una pieza de coleccionismo muy solicitada. Walter Kluck dirigió esta empresa de Sankt Ingbert y después pasó a liderar la sucursal de Canadá.

Entre los años 1933 (elección de Hitler como Canciller) y 1939 (invasión de Polonia y el cierre de las fronteras alemanas), Leitz II consiguió salvar a 200 judíos, tramitando sus visados como aprendices con destino a Nueva York, Francia, Reino Unido o Hong Kong. Leitz II se había hecho miembro del Partido Nazi desde 1942 y el Gobierno alemán hacía la vista gorda porque necesitaban los suministros para materiales de guerra, que el empresario se comprometía a fabricar. Uno de estos suministros es la conocida como Reporter o Leica 250. Ésta era una cámara blindada, con un motor potente y con una carga de 250 fotografías (10 m de película), que se utilizaron en los vuelos de reconocimiento de los aviones de la Luftwaffe. Por otra parte, los royalties que originaban sus exportaciones a Estados Unidos era una fuente de ingresos para el III Reich. Por el contrario, los nazis anularon el título de profesor de la Universidad de Marburg a Max Berek, por negarse a sus prerrogativas. El título le fue reinstauradoen 1949, tres años antes de morir.


La postguerra fue especialmente dura para Carl Zeiss, ya que gran parte de sus instalaciones fueron bombardeadas por los aliados o confiscadas por el gobierno soviético. Esto no le había sucedido a Leitz, por lo que recuperó su producción en poco tiempo. En 1949, Leitz montó un moderno laboratorio de fabricación de lentes para objetivos. Sin embargo, la guerra fría estaba agudizándose. Un año antes, Stalin había cerrado el acceso terrestre a Berlín Oeste, imposibilitando la entrada de materiales y otros suministros. Temiendo que esta situación bloqueara el mercado alemán, Leitz decide llevarse parte de la producción fuera del país. En 1952 se inicia la construcción de la planta de montaje de Midland (Cánada), que también sería útil en caso de que el mercado americano experimentara un gran crecimiento.

Günther Leitz (hijo de Ernst Letiz II) fue nombrado presidente de E. Leitz Canadian Limited, y su asistente Walter Kluck, se convertiría en el gerente de ventas. Por su conocimiento del idioma y su capacidad de solucionar problemas técnicos, Kluck se convertiría en la pieza clave de esta factoría.
Leica Flex
En 1954 se presenta la legendaria Leica M3, en la Feria Photokina de Colonia. La Leica M3, fue el primer modelo dotado de montura de bayoneta. Fue diseñada por Ludwing Leitz (hijo de Ernst Leitz II) y Willi Stein. Hugo Wehrenfennig fue el diseñador de la montura de bayoneta. La letra M procede de Messersucher (visor medidor), hace mención a su visor telemétrico. Fue tal el éxito de este modelo que se fabricaron 226.178 unidades hasta 1966, año en que cesó su fabricación. Se construyeron 144 unidades para la armada alemana, con cuerpo lacado en verde. Estas unidades se conocen como Leica M3 Bundeseigentum. Después de la muerte de Ernst Leitz II en 1956, sus hijos Ernst III, Ludwig y Günther asumieron la dirección de la compañía. En este año, Zeiss lanza la Contax FB, la competidora de la M3. Una año más tarde, Leica abandona la fabricación de la cámaras de montura de rosca con el lanzamiento de la Leica IIIg. En 1958 se lanza la hermana pequeña de la M3, la Leica M2, con iluminación del enfoque en el visor para las tres distancias focales más habituales: 35, 50 y 90mm.

En 1959, sale al mercado la Nikon F. Ese mismo año sale al mercado la Leica M1, una cámara sin visor para acoplar a telescopios y microscópios. Sin embargo, Leitz tardará aún seis años (1965) en lanzar al mercado su primera SLR, la Leicaflex. La gama reflex de Leica se diseña junto a Minolta Corporation, colaboración que se mantendrá en la fabricación de la serie R. Las Leicaflex son cámaras de alta calidad óptica y mecánica. Sin embargo, sus precio era también muy alto, y las ventas reducidas. A este primer modelo le siguió la SL (1968) y la SL2 (1974), de la que existió una versión diferente con motor de arrastre, la SL2-MOT.

Durante los años 60, Leitz se dedica a la fabricación de cámaras personalizadas para cada cliente. Por ejemplo, se fabricaron 125 unidades de Leica IIIg para la armada sueca, con el emblema de las tres coronas grabadas bajo la zapata de flash. También se fabricaron 150 unidades de Leica con los mandos de arrastre sobredimensionados para que pudieran manejarlos los astronautas de la NASA. En 1964 comienza la producción en serie de la Leica MD, un modelo que carece de visor, telémetro y fotómetro. La razón de estas carencias es que se trata de una cámara fabricada para su uso con microscópios y telescopios. Sin embargo, esta cámara se puede utilizar directamente con cierto tipo de objetivos, acoplando un visor en la zapata para flash o utilizando el visor opcional Visoflex. Este visor reflex permite su uso con objetivos angulares y teleobjetivos extremos, así como con ópticas macro. La Leica MD es fácilmente distinguible porque monta un tornillo para rebobinar la película. En 1966, la MD fue actualizada como Leica MDa, que ya lleva la típica palanca de rebobinado inclinada y laposibilidad de acoplar un motor de arrastre. En 1980 apareció el último modelo de esta saga, la Leica MD-2, que sería fabricada en Canadá. Para mantener la capacidad de producción ante la fuerte demanda, en 1966, se se comnezó a a montar una nueva fábrica en Oberlahn, cerca de Weilburg, Alemania.

En 1971 apareció la primera Leica con fotómetro incorporado, la Leica M5. En esas fechas, Leica se asoció con Minolta para producir cámaras compactas, los llamados modelos CL. Diseñados por ambas firmas, los cuerpos CL fueron fabricados en Japón por Minolta, a partir de 1973. Hubo tres versiones de esta serie: Leica CL, Leica-Minolta CL y Minolta CL. La Leica CL se vendía en todo el mundo, excepto en Japón, donde se vendía como Leica-Minolta CL. La cámara disponde de montura Leica M y objetivos intercambiables. Cuando finalizó la producción de la Leica CL, Minolta continuó con la producción de esta cámara, que sería denominada Minolta CL.

Leica R3
En 1973, se empiezan a montar cámaras en Portugal (Vila Nova de Famalicao, distrito de Braga). La factoria portuguesa sigue funcionando actualmente y ensambla cámaras de la serie M y R, así como prismáticos. Los cambios de dirección de la empresa han modificado continuamente la función de la factoría lusitana. En ciertas épocas, esta factoría ha montado cámaras y otros equipos completamente, de forma que pueden verse cámaras "Made in Portugal" y otras "Made in Germany" que realmente han sido ensambladas parcialmente en Portugal y terminadas en Alemania.

A principios de los años 70, las cámaras japonesas dominaban el mercado fotográfico. Las cámaras Leica de la serie M eran modelos de alta calidad, pero su relación calidad/precio era muy baja, frente a los modelos japoneses. Las ventas de Leica descendieron vertiginosamente. La Leica M5 (1971) fue un desastre comercial. La dirección de la empresa decidió cesar la fabricación de las Leica M, y enfocar la producción hacia las Leicaflex. Esto suponía cerrar también la planta de Midland (Ontario, Canadá), ya que solo se dedicaba a la fabricación de objetivos con montura M. Walter Kluck, presidente de la planta de Midland desde 1975, quería salvar la sección canadiendse a toda costa. En su empeño, demostró que podía montar una Leica M4 en su planta de Canadá, y sacarla al mercado con un precio competitivo. Los ejecutivos en Wetzlar eran más conservadores, pero ante su insistencia le propusieron acceder a sus pretensiones, sí vendía 4.000 unidades en el primer año. Dada su experiencia como gerente de ventas, Kluck persuadió a distribuidores de Canadá, EE.UU., Alemania, Suiza y sobre todo, Japón y consiguió pedidos que superaron las 9.000 unidades. Como resultado, en 1976, se introdujo en el mercado la Leica M4-2, básicamente idéntica a la alemana pero con una nueva zapata para el flash sincronizado y la posibilidad de acoplamiento de un motor de arrastre de la película. Kluck fue también el que registró la marca ELCAN (E.Leitz Canadian Ltd.) en 1960.

Leica R8
En la segunda mitad de los 70, las cámaras electrónicas comenzaron a dominar el mercado. En 1974, Leica había sacado al mercado la Leicaflex SL2. En ese mismo año, Zeiss fabricó la Contax RTS, su primera reflex. La gama Leicaflex fue sustituida por la serie R, que se estrenó en 1976 con la Leica R3 Electronic. Esta sería la primera cámara electrónica de Leica. La R3 fue diseñada en colaboración con Minolta, que sacaría al mercado su versión propia, la Minolta XE. Las primeras Leica R3 fueron montadas a mano en Alemania, pero ante los malos resultados del ensamblaje, se pasaron a la planta automatizada de Portugal. De este modelo, se fabricó un modelo singular llamado R3 Safari, con terminación en verde oliva. Curiosamente, las versiones que no aceptan motor y las que si (MOT), siguen fabricandose paralelamente. En consecuencia disponemos de R3 Electronic y R3MOT Electronic. Esta pauta se mantendría con la R4. La colaboración con Minolta para el diseño de las Leica R continuaría hasta la aparición de la R7. La Leica R8, ya fue un modelo exclusivamente diseñado y fabricado por Leica. En 1980 la Leica M4-P fue lanzada al mercado. Montada en Canadá, dispone de seis encuadres en el visor, en vez de cuatro, dependiendo de la longitud focal utilizada. El encuadre se ilumina automáticamente al acoplar el focal utilizado.

Ante la mejora de las ventas de las Leica M4-2 y M4-P, la dirección de la empresa decide retomar la serie M y saca al mercado la emblemática Leica M6, en 1984. Esta cámara fue diseñada con el apoyo de Walter Kluk, quién pensaba que su ensamblaje se realizaría en la planta de Canadá. Sin embargo, el cambio de moneda dólar/marco alemán elevaba los costes y, al final, se fabricó íntegramente en Alemania. La M6 fue la primera Leica M con fotómetro TTL. A este modelo le seguiría la M7 (2002), la última M para película fotográfica, que aún se mantiene en producción. La serie R analógica terminaría con la R8, modelo que salió al mercado como cámara analógica (1996) pero al que se podía acoplar un respaldo digital. Actualmente, existen modelos digitales de ambas series, junto a modelos de tipo compacto.

Leica M7
En 1986, los hijos de Leitz se retiran de la firma. Se crea Leica GmbH como empresa subsidiaria para gestionar la división de cámaras fotográficas. Un año más tarde, la empresa matriz Ernst Leitz Wetzlar GmbH, se fusiona con Wild Heerbrugg AG surgiendo una nueva empresa denominada Wild Leitz AG con sede en Suiza. En 1988, Leica GmbH se independiza de la empresa matriz y traslada su sede a Solms (Alemania). Las ventas de cámaras Leica son muy bajas debido al precio de estos modelos y a la fuerte competencia japonesa. A modo de ejemplo, en 1988 Leica vendió entorno a 20.000 cámaras, mientras que su socio Minolta había vendido 2.5 millones de unidades. En ese mismo año, las ventas de Leica no alcanzaban el 8% de cuota de mercado en Estados Unidos. La compañía necesitaba liquidez para relanzar sus productos, pero la estrategia adoptada no hizo más que empeorar la situación. En 1988, el nuevo equipo directivo de Leica decidió llevar a Alemania gran parte de la producción de lentes y ensamblaje de cámaras, que se realizaba en Canadá y Portugal. Lo que supuso un incremento de gasto en personal (en Alemania los operarios están mejor pagados). El segundo error fue no poner en producción la tecnología autofoco que los ingenieros de Leica tenían ya desarrollada, cuando otros fabricantes ya estaban lanzando al mercado las primeras cámaras con enfoque automático.

En 1990, la Wild Leitz AG se fusionó con la British optical group Cambridge Instrument Company. La compañia subsidiria Leica Camera GmbH, pasó a denominarse Leica Camera AG, denominación actual de la empresa. Dos años más tarde, la planta de Canadá fue vendida a Hughes Aircraft, que continuó fabricando algunas lentes para cámaras Leica. Ese mismo año, Bruno Frey, presidente de Leica, intenta que una filial del Banco Nacional Alemán (Deutsche Bank) adquiera la mayor parte de las acciones de la empresa, pero fracasa en sus negocioaciones. En 1994, se realiza un nuevo intento que resulta existoso. El Jefe de Gestión Financiera de Leica, Klaus-Dieter Hofmann, consigue la venta de las acciones y Leica pasa a tener control estatal. La marca Leica se mantiene como propiedad de Wild Leitz, que conserva una pequeña cantidad de acciones. Hofmann se convirtió en el Director Gerente de la nueva Leica Camera AG.


Leica Systems
Para sacar a la compañía de números rojos, se ponen a la venta 4.5 millones de acciones en la Bolsa de Frankfurt. En 1996 se recogen beneficios y se disminuye el deficit de la empresa, que es todavía de 30 millones de marcos alemanes. Ese año, animados por la reducción del deficit, deciden comprar la empresa Minox. Esta operación se convertiría en otro estrepitoso fracaso financiero. Para colmo de males, las ventas en Asia caen en picado y Leica es demandada por utilizar prisioneros de guerra como esclavos, durante la época Nazi.

A principios de 1999, Hanns-Peter Cohn se convierte en el nuevo Director Gerente de Leica. El renovado equipo directivo desarrolla una estrategia para el nuevo milenio, denominada Leica 21. Una de sus piedras angulares fue lanzar la linea Leica S, un nuevo sistema de cámaras y objetivos con diseño digital y sensores de 30x45mm, que ofrecen una resolución de 37.5 millones de pixels.

Los productos Leica mantienen la más alta calidad de componentes y ensamblaje, pero también de precio. Por ello, Leica ha tenido que establecer convenios de colaboración con otras empresas para la fabricación de componentes. Destaca la fabricación de las lentes de las cámaras Panasonic, cuyos modelos digitales disfrutan de una buena cuota de mercado.

PAMELA WAGNER