/

viernes, 14 de septiembre de 2012

LA MALETA MEXICANA / DOCUMENTAL


LA MALETA MEXICANA


El documental “La maleta mexicana” cuenta cómo se hallaron los negativos perdidos que los periodistas gráficos Robert Capa, Gerda Taro y David “Chim” Seymour hicieron de la Guerra Civil española, el documental es también una reflexión sobre el exilio y la memoria histórica y un reconocimiento a las víctimas del franquismo.

Segundo largometraje de la cineasta Trisha Ziff (“Chevolution”, 2008), “La maleta mexicana” narra la historia de cómo apareció el misterioso equipaje que contenía más de 4,500 negativos sobre la Guerra Civil perdidos a comienzos de los años cuarenta, un legado que muchos dedicaron años a interceptar, sin lograrlo, entre ellos Cornell Capa, el hermano de Capa. Porque, según se cuenta en la cinta, la “maleta” era en realidad una bolsa de plástico amarillo en la que la mano derecha de Robert Capa, Chiki Weisz, guardó tres cajas de cartón con los negativos perfectamente ordenados, enumerados y catalogados y que entregó a un general republicano minutos antes de partir al exilio en México.


Rodado en España, Estados Unidos, Francia y México, el documental muestra imágenes de los tres corresponsales de guerra, a los que se define como jóvenes intrépidos y decididos -a Capa se le llega a denominar en la cinta “el Indiana Jones del fotoperiodismo”-, además de entrevistas con exiliados y con sus descendientes.



Historiadores, fotógrafos y estudiosos de la técnica que los innovadores periodistas descubren para la cámara, gracias a este material inédito, datos que avalan la autoría, a veces, mezclada y poco clara, de las fotos de cada uno de los tres artistas. Además, Ziff simultanea las imágenes en blanco y negro de las fotos con unas excavaciones actuales en la localidad de Rubielos de Mora (Teruel, norte de España), donde descendientes de víctimas del franquismo buscan los restos de sus familiares en una fosa común.

General Enrique Lister & Ernest Hemingway
Según explicó Víctor Cavaller, uno de los productores de la cinta, la película contiene “un mensaje para que la gente joven a la que no le importa la historia, o la memoria, o que no le da valor porque viven en un mundo global, rápido, conectado a internet, entiendan por qué estamos aquí: porque no podemos repetir”, resume. “Es un tópico, pero es así, por eso -apunta el productor- Ziff (con la película) pide a esa gente que se pare un minuto, que piense qué pasó, cómo fue el desastre de la guerra”.


Cavaller llama la atención sobre la parte de la cinta en la que Capa, su esposa, Taro, y su amigo “Chim” se muestran solo como “tres jóvenes de izquierdas implicados en la guerra española, la primera gran guerra europea contra el fascismo, pero que también vienen a hacer carrera y acaban muriendo en el frente, la primera de los tres, Gerda, en Brunete”.

Robert Capa y Gerda Taro 

“La película -agrega Pedro Corral, historiador y colaborador de Ziff en el documental- tiene varias capas: el desastre de la guerra, el exilio, los tres jóvenes fotógrafos que llegan a España, la relación México-España y el dolor de todas las víctimas”.


A través de las fotografías encontradas el espectador también asiste al horror de los campos de “refugiados” que Francia habilitó en las playas del sur de Francia, sin agua, comida ni techo, donde murieron, según cuenta un superviviente, miles de personas.


La maleta mexicana es pues una reivindicación, sobre todo gracias a la aparición del espléndido trabajo de fotógrafos de guerra de la talla de Robert Capa, David Chim Seymour y Gerda Taro. El valor documental, de la fuerza expresiva que tiene la imagen, y de su capacidad para transmitir el aroma, la realidad de una época, a veces incluso sin pretenderlo. De la misma manera que las comedias franquistas de las que se nutre y supone “Cine de barrio”, vistas desde hoy, un curiosísimo retrato de la España de la época, donde a veces lo más expresivo de las instantáneas de Capa y sus colaboradores no reside tanto en su atrevimiento a la hora de acercarse al campo de batalla, a su capacidad para infiltrarse en lo más violento del conflicto bélico, si no en los resquicios naturalistas que se cuelan en sus imágenes, esos pedazos de realidad que se atisban en el rostro de los combatientes, en su ropa o incluso en los entornos en los que se mueven.
Un maravilloso documental que nos lleva de la mano hacia las más exquisitas reflexiones.

PAMELA WAGNER