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miércoles, 1 de diciembre de 2010

BEL CANTO


MÚSICA LITÚRGICA ORTODOXA.
La música de la Liturgia Ortodoxa está escrita para ser cantada por un coro “a capella”. Los fieles no pueden participar en la ejecución musical de los cantos, ya que éstos están reservados para un coro convenientemente adiestrado para cantarlos.

Antiguamente en la Liturgia participaban dos coros, uno frente al otro, el primero cantando en griego mientras que el segundo le respondía en eslavo antiguo. Esta práctica fue desapareciendo hasta dejar paso a la actual, en la que un único coro que canta en ruso es el encargado de interpretar la música durante la Liturgia.

Por otro lado, la utilización de instrumentos musicales durante la celebración del oficio religioso queda terminantemente prohibida. Esta prohibición tiene su origen en las antiguas costumbres de los primeros cristianos: éstos consideraban la música como una especie de don divino y como tal no podía ser “contaminado” con los instrumentos, salidos de la mano del hombre. Lo contrario hubiese sido poco menos que un sacrilegio, por eso lo único utilizado durante en las celebraciones religiosas era el canto. Hay quién afirma sin embargo que esta costumbre responde a razones prácticas. En cualquier caso, fuesen de índole religiosa o práctica, la verdad es que es una costumbre adoptada por la religión ortodoxa.

Es por ello que en las Basílicas e Iglesias bizantinas no hay órganos. Este hecho sirvió para que el canto y la polifonía se desarrollaran enormemente, lográndose una amplia variedad melódica, armónica, y tímbrica, sin olvidarse del gran número de efectos conseguidos.

Hay además un elemento que hace que esta música sea única e irrepetible: los bajos profundos, llamados “oktavisty” en ruso. Hay que reseñar que la tesitura natural de las voces graves en Rusia es la de Barítono-Bajo, y es esta voz la que tradicionalmente ha tenido más importancia en la literatura musical, todo lo contrario que en Europa, donde la música está claramente escrita para lucimiento de las voces agudas.
Gracias a su amplia tesitura grave y a su potencia en esa zona, los bajos profundos pueden cantar continuamente una octava por debajo de la voz de bajo al uso, de ahí su nombre (“octavistas”). El efecto logrado por estas voces es muy similar al del pedal del órgano. La música religiosa rusa resulta especialmente compacta y empastada gracias a estas portentosas voces, y siempre han llamado la atención de los músicos occidentales: Berlioz y Schumann, en sus respectivos viajes a Rusia, quedaron fascinados con las estas voces al escuchar al coro de la Capilla Imperial de San Petersburgo.

La música coral de la liturgia ortodoxa llegó a desarrollarse hasta tal punto que a finales del s. XIX y principios del XX los servicios religiosos eran poco menos que conciertos corales con solistas de la talla del gran bajo ruso Feodor Chaliapin, un cantante con fama mundial en su época. Todo este desarrollo se paró en seco con la llegada de la Revolución en 1917.
El más amplio y desarrollado es el ciclo litúrgico anual. Lo componen dos tipos de festividades: las fijas y las movibles. Las primeras son fijas para un día del año concreto, las otras dependen de la fecha de la Pascua, que se celebra cada año según un calendario solar y lunar bien delimitado.
LA VIRGEN DE RUBLEV DE VLADIMIR
15  (28) de Noviembre se inicia el ayuno navideño, que precede a la más importante festividad de las consideradas fijas: la Natividad y el Bautismo del Señor. En la antigüedad, ambos acontecimientos se conmemoraban juntos; hasta hoy han conservado muchas cosas en común en la celebración litúrgica y se unen entre ellos a través de un tiempo particular al que se denomina “Sviatki” (“días santos”). El nombre antiguo de estas dos fiestas es Epifanía, porque conmemoran el nacimiento de Cristo, de la Virgen María y su bautismo por Juan el Bautista en las aguas del Jordán, y los cristianos festejan la venida de Dios al mundo, la venida de Dios que quiere salvar al hombre. Después de que las dos festividades fueran divididas, sólo el Bautismo del Señor recibe el nombre de Epifanía, ya que fue durante el bautismo de Jesús cuando se produjo la revelación de la Santísima Trinidad: la voz del Padre dando testimonio del Hijo, el Hijo sumergiéndose en las aguas del Jordán y el Espíritu Santo en forma de paloma descendiendo sobre Él. La festividad de la Natividad de Cristo se conmemora desde el siglo III.
MISA ORTODOXA CON CANTOS LITÚRGICOS

25 de Diciembre (7 de Enero): la Natividad de Cristo, y 6 (19) de Enero: el Bautismo del Señor (Epifanía). En estos días se hace una celebración mucho más solemne que en las otras fiestas fijas. En la vigilia de ambas festividades se conmemoran dos días especiales: la Vigilia de Navidad y la Vigilia de Epifanía, para las cuales se prescribe un ayuno muy severo y sólo se puede comer socivo (grano con miel). En cambio, durante los días que hay entre las dos festividades —durante los Sviatki— se suspende el ayuno.
En este período se conmemora también una gran fiesta: la Circuncisión del Señor, el 1 (14) de Enero.

Priscilla Wagner.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un tema no muy tratado convencionalmente, los de la Religión ortodoxa .... Muy bueno !!!